Vivible. parábola polifónica sobre la proyección queer.
Frederikke Hansen (y cinco amigas)


Está saliendo distinto de como lo había planeado. Cuando empecé a pensar en este texto, no tenía ni idea de lo que iba a ocurrir. Había decidido relacionarlo con esa parte de la obra de Carmela en la que recontextualiza su propia práctica fotográfica (el libro de artista “Women, Fictions, and Lies”) y hablar sobre las proyecciones queer. Asimismo, había decidido que no quería que mi voz fuese una voz autoritaria, y que quería abrir el lugar del autor invitando a amigos y compañeros del mundo de la cultura queer a participar con una breve parábola personal. Para enero ya contaba con material suficiente y estaba lista para empezar a escribir el texto. Sólo me faltaba poner punto final a la ponencia “Queer Curating –que’est-ce-que-c’est?” para la Universidad de Berna.

Entonces, casi de un día para otro, las cosas cambiaron: mi madre estaba muy enferma. El plazo de entrega llegaba a su fin y ella estaba gravemente enferma. Cuando me llamó mi padre para decirme que los médicos la habían desahuciado –sin haber llegado a ofrecerle nada más que un mero tratamiento paliativo– renuncié a escribir el texto y me fui corriendo a casa para estar con mi madre. A pesar de que, evidentemente, era justo que esto fuese ahora lo prioritario, tuve remordimientos (a saber, ética del trabajo protestante) cuando me vi obligada a reconocer que no podía cumplir. Aparte del evidente sentimiento de culpa (hacia Carmela, Isabel, Octavio, Lyn, Kaucyila, Terre, Ane, Mette), se me estaba escapando de las manos una oportunidad francamente rara de manifestar una perspectiva queer, una perspectiva bollera, una perspectiva disfórica de género, de marimacho hecho mujer, sobre el estado de las cosas en el ámbito de las bellas artes.

Entonces, otros médicos decidieron que podían y debían ofrecerle tratamiento terapéutico. Mientras escribo, va a iniciar su primera sesión de quimioterapia. Entretanto, por razones que hoy por hoy me son desconocidas, se decidió ampliar el plazo para el catálogo de Carmela. Al haber tenido el enorme privilegio de oír a Caherine Lord hablar (es decir, reunir apuntes y otros fragmentos textuales dentro de un todo performativo) el otro día en Manchester, en el simposio “Teorizando visualidades queer”, me sentí animada a compartir mis apuntes sobre visualidades queer (lgbtiq), proyecciones incluidas, así como extractos de lo que mis amigas me habían enviado. Ésta fue la razón de que me dejase engatusar y convencer para crear un texto en menos que canta un gallo. No será la narrativa coherente y fundamentada teóricamente que había planeado al principio, pero será un homenaje (a falta de una palabra mejor) a la ingeniosa y delirante obra de Su Calvicie, ese alter ego alopécico de Lord, que registró sus experiencias con el cáncer y la quimioterapia en “El verano de Su Calvicie: una improvisación desde el cáncer”.


*Extracto Ane: La verdad es que es difícil, como espectadora, asumir modos de mirar a la mujer distintos de la mirada masculina –las grandes producciones de Hollywood están hechas fundamentalmente para públicos masculinos (blancos, cristianos, de clase media). Pero ¿ofrece el film la misma mirada que yo, como mujer, quiero dirigir a otras mujeres?*


Nota: Lo que me interesa son las proyecciones queer sobre la cultura dominante (y viceversa). Las considero profundamente entrelazadas con estrategias de supervivencia, es decir, modos de lograr que la vida sea vivible. Nos proyectamos a nosotros mismos sobre cosas y personas y sobre sus maneras de relacionarse entre sí y nos preguntamos: ¿Existo yo en esta imagen? ¿Es mi vida vivible en ese mundo? Para el sujeto normativo, este ejercicio es superfluo. Pero para el que no está representado es un modo de poner a prueba lo “real”, lo inteligible cultural y socialmente. Hay que decir que ser consciente de que se está fuera de lo inteligible es a la vez una paradoja epistemológica y ontológica. El subtexto contiene elementos de construcción personal y social, pero no es per se subversivo. Aunque cabría decir que algunos signos de la identidad heterosexual se desestabilizan cuando un sujeto queer se proyecta a sí mismo/misma sobre esta identidad (grietas, rupturas, intersticios), el privilegio heterosexual (es decir, ser normal y totalmente natural) no se cuestiona, o no necesariamente. Sostendré que las proyecciones queer no plantean una agenda política... pero ayudan.


Extracto Lyn: Acabo de leer un breve ensayo de Vilem Flusser titulado “Exilio y creatividad”, y pensé que quizá hubiese aquí un paralelismo. Flusser dice que los expulsados son necesariamente creativos, que es una cuestión de supervivencia, ya que, como todo aquello con lo que se topan les es nuevo y extraño, inician un procesamiento de datos con el fin de crear significado: “el expulsado ha de ser creativo si quiere evitar venirse abajo”. Así, de modo similar, quizás el telespectador no-heterosexual deba ser un espectador creativo, que reconstituya activamente el significado o encuentre otros significados en la información con el fin de sobrevivir con su identidad intacta.

Nota (leyendo a Judith Butler): „A veces una concepción normativa del género puede deshacer la personeidad, minando la capacidad para perseverar en una vida vivible.“


Extracto Mette: Pero debería haber sido yo, no ella. También yo puedo apagar fuegos y conducir un automóvil y ser descarada, para que Kerry Weaver tenga que suspirar con indulgencia y se le ablande el corazón. Y podría hablarle de películas y de libros y decirle que no trabaje demasiado porque tenemos que hacer tantas cosas, Kerry y yo. He esperado 70 episodios y ahora todo saldrá a pedir de boca porque a Kerry le gustan las mujeres y casi es demasiado bueno para ser cierto.¡Ay! Justo cuando parecía que todo iba bien, resulta que a Kerry le es dificilísimo salir, por mucho que sea una mujer ya madura.

Nota: Antes, las cadenas de televisión tomaban medidas para impedir que los espectadores lesbianizaran los programas si percibían que existía este peligro. Ahora que se nos reconoce como un considerable grupo de consumo, no las toman. Por el contrario, el subtexto es una práctica cada vez más abrazada por la televisión mayoritaria... ¡porque (por que?) lo vale!


Nota (leyendo a José Esteban Muñoz) ”Mi intención es describir de qué manera cabe entender la raza y la etnicidad como ‘diferencia afectiva’. Con esto me refiero a los modos en que diversos grupos históricamente coherentes ‘sienten’ de diferente manera y navegan por el mundo material sobre un registro emocional diferente.“


Extracto Kaucyila: No recuerdo haber tenido nunca una cita para una cena especial de San Valentín. Pero ahora tengo una nueva amante y dice que el día de San Valentín es su fiesta favorita. Ha organizado una cena especial y estoy dispuesta a probar esta (este) tradicional acontecimiento romántico. No dejo de pensar en el regalo que tengo que darle ni de imaginarme su emoción cuando se lo ponga en la muñeca. Tengo la sensación de que estoy revisitando todos los rituales heterosexuales que rechacé cuando era una joven anarquista y, más adelante, siendo feminista. Mi nueva amante me trata como a una dama. Y aunque me siento un poco incómoda con todo este asunto, hoy en día estoy más dispuesta a experimentar con roles de género.


Extracto Terre: la identidad esencialista – o la creencia de que se nace con los atributos de una determinada identidad, como la tendencia sexual, el género, la raza (con su cruce la cultura), etc. – tipifica la interiorización de los mecanismos de proyección hasta que se vuelven invisibles para la proyectante misma. dado (Dado) que las proyecciones de identidad se comparten a menudo en un nivel comunitario a modo de alucinaciones masivas a través de las cuales se consigue el orden social, el proceso de autoproyección puede ser con frecuencia difícil de reconocer (como, por ejemplo, una “japonesa heterosexual” que, según todas las apariencias y esquemas conductuales, es mujer, japonesa y heterosexual). En otros casos, como el de un transexual macho-a-hembra esencialista y pre-quirúrgico que cante “I’m every woman” de Chaka Khan, puede ser que varios procesos de autoproyección sean más abiertamente reconocidos por otros, exponiendo al ridículo a la proyectante misma. al (Al) final, sin embargo, Chaka y la transexual comparten un punto ciego parecido, fruto de mirar fijamente durante mucho tiempo la luz de sus propios proyectores.

Nota (no estoy segura de que sea de Alexander Doty): “Si la cultura de masas sigue al lado de la cultura heterosexual, si sigue siendo para y sobre ésta, se deberá a nuestros silencios, o a nuestra constante aquiescencia a paradigmas culturales tales como las connotaciones, las subculturas, los estudios subculturales, los subtextos, el armario y otros juegos heterocéntricos que hacen de la heterosexualidad la norma. En efecto, cuanto más se explore el carácter queer en y de la cultura de masas, la idea de que lo que es “de masas” o “popular” es por tanto “heterosexual” será un dato cada vez más cuestionable en el ámbito de los estudios culturales – y, en realidad, en la cultura en general.“


Extracto Kauyila+: Me he chocado con la familia. Rubios, jóvenes y aburguesados. Me preocupa mi seguro y espero que me dejen pagarles. Explico que soy profesora en la Escuela de Arte para parecerles digna de confianza y contextualizar mi excéntrico atuendo. Él explica que trabaja para U.P.S. y que acababa de recoger a su mujer del trabajo, en el hospital que hay al final de la calle. Sé que es una pijotada pero quiero ser ellos. Se lo digo a mi amante cuando la veo después, entre “¿Estás bien?” y “Ay, cariño, qué miedo habrás pasado”. Dice: “¿Te refieres a que quisieras ser heterosexual?” Digo (aquí no deberían ir : como después de Dice:??) “No, quería ser todos ellos a la vez”. Y nunca seré ellos. Tal vez yo no esté “bien”. Nunca seré una joven casada, rubia, delicada y esperanzada que conduce un precioso mustang blanco por Valencia. En vez de esto, mi coche está estrellando mi vida contra la de ellos. He perdido toda mi distancia crítica.


Extracto Lyn: Me interesa este rechazo del mundo adulto, esta negativa a crecer y esta idea de un estilo de vida alternativo. Quería establecer una conexión entre Pippi Calzaslargas y los personajes de Ad Fab Edina Monsoon y Patsy Stone, porque son como adultos que se han negado a crecer. Lo importante de Pippi, por supuesto, es que es una chica –es esto lo que hizo polémico al programa cuando se emitió por primera vez: “Pippi podría ser una influencia peligrosa”, clamaban. De modo similar --aunque, por tratarse de comedia, no son amenazantes en el mismo sentido--, el factor importante de Edina y Patsy es que son mujeres irreverentes y “poco femeninas”. Al igual que Pippi, son desafiantemente diferentes; viven sus vidas de acuerdo con sus deseos. Al igual que Pippi, divertirse es prioritario, y la casa de Edina, en la que Patsy se queda a dormir permanentemente, es como un refugio frente al mundo normal de fuera.

Quizá se pudiera mirar estos guiones, sin dejar de tener presente el debate en torno a que “lo personal es político”, y entender por qué podrían resultarle atractivos a un espectador queer. Hoy en día, me da la impresión de que el movimiento de gays y lesbianas está luchando solamente por aquellos de nosotros que queremos vivir “normalmente” –en cambio, estos personajes ofrecen una posibilidad diferente. No están interesados en obtener respetabilidad o aceptación --su estrategia de resistencia es sencilla: seguir viviendo como quieren, sin pedir permiso a nadie.

* Cuando le dije a Carmela que no era capaz de terminar el texto, me envió una nota de cariño y comprensión y también una fotografía. Recoge a cinco mujeres jóvenes que ocupan unas rocas oscuras y el espacio que hay entre ellas. A su alrededor hay unas tranquilas aguas azules sutilmente rociadas de bronce –creo que debe de ser al anochecer. Están hechas las unas para las otras. El escenario está muy recortado y por tanto queda excluido todo contexto que no sea el suyo, pero aun así son inconfundiblemente solitarias. Éstas son sus Ofelias, orgullosas y resueltas. No hay ninguna posibilidad de que vayan a enloquecer por la presión de una amorosa lealtad a familia y amantes. No se ahogarán (como la novia de cierto príncipe danés). Dedico este texto a mis Ofelias: Su Calvicie, *km, enfermera limón y la Primera Mujer de Mi Mundo.

# Deseo expresar mi agradecimiento a Kaucyila Brooke, Mette Kruse, Lyn Löwenstein, Ane Skak y Terre Thaemlitz.


+ Los extractos de Kaucyila proceden de Kaucyila Brooke, “Dividers and Doorways or How to (de)personalize your lifestyle with architectural details,” Jump Cut: A Review of Contemporary Media, 1998.

*Texto escrito para el catálogo de la exposición "El hueco en el espacio" en el CAAM. Las Palmas